Me miró a los ojos y se burló de mí sin misericordia. Yo sólo podía contemplar atónito.
Me susurró unas palabras de desprecio. Sabía que nunca más nos volveríamos a ver.
Se volteó y se dispuso a emprender una nueva vida. Libre. Sin tener que dar cuentas a nadie.
¿Cómo iba a explicarlo? ¿Cómo lo justificaría? ¿Simplemente que se marchó para no volver?
No hubo un adiós. Alzó vuelo aspirando a algo mejor. Se liberó de sus jaulas, de sus prisiones.
¡El desgraciado perico de mi mamá se me escapó!
5 comentarios:
Ser un poco más cuidados no estaría mal... pero igual, supongo que el mejor comentario lo hará la suegra de Ileana...(jaja)
Increible y sentida despedida para... un períco, si hubiese sido una mujer! te juro que me corto las venas!!!
Jajaja
Muy bueno!
Un abrazo amigo.
hola
y ahora q le vas a decir a tu madre? que torta!!!
Ja esta bueno.
Saludos
PASÉ POR AQUÍ..SANAF SNAF HUELE BIEN TU BLOG...
Gracias Reina, Amorexia, Core, Literófilo, Princess... Esa es la idea del blog! Que les guste a ustedes. Yo no escribo para leerme yo mismo (como muchos lo hacen!!!)
Me conformo con sacar alguna sonrisa por allí. Un abrazo a todos y todas!
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