Páginas

16 ene 2007

MI ESPOSA, EL PERICO Y CHÁVEZ

A las 5 a.m. hacía un frío terrible. Me levanté y me bañé con agua helada.

El café me lo tomé muy muy muy caliente. Ya no siento la lengua.

A mi esposa la besé apasionadamente antes de salir de la casa y al perico ni lo volví a ver.

El carro estaba “hasta las cachas de tierra” y no quise lavarlo.

El sol brillaba y calentaba tanto que me puse saco y corbata.

Ya en la oficina me moría de sed y me tomé un tarrito de leche condensada.

Por un momento vi a Chávez en las noticias y me cayó bien.

Luego escuché hablar a alguien del FMI y me simpatizó lo que dijo.

¿Me estará pasando algo malo? ¿Será que yo ya no soy yo?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mae! te posello el períco!!! por no volverlo a ver!!!, ahora si me dejaste asustado!!!

Anónimo dijo...

y como saber quien eres, cuando pasas desapercibido de entre las gentes...