31 ene 2007
SE MARCHÓ PARA NUNCA VOLVER...
26 ene 2007
LA TRÁGICA Y VERÍDICA HISTORIA DEL RELOJ MALDITO...
24 ene 2007
¿Darme de golpes o huir como gallina?
18 ene 2007
MIRE... USTED ME CAE MAL, NO SE OFENDA NO ES NADA PERSONAL
16 ene 2007
MI ESPOSA, EL PERICO Y CHÁVEZ
A mi esposa la besé apasionadamente antes de salir de la casa y al perico ni lo volví a ver.
El carro estaba “hasta las cachas de tierra” y no quise lavarlo.
El sol brillaba y calentaba tanto que me puse saco y corbata.
Ya en la oficina me moría de sed y me tomé un tarrito de leche condensada.
Por un momento vi a Chávez en las noticias y me cayó bien.
Luego escuché hablar a alguien del FMI y me simpatizó lo que dijo.
10 ene 2007
¡LA MOCOSA ME SACÓ EL DEDO!
8 ene 2007
Si estos maes fallan... por qué yo no???
Tratando de justificar mi accionar luego de un pésimo partido me di a la tarea de buscar algo que levantara mi moral y que me hiciese ver que había jugadores peores. Gracias a Dios lo encontré.
2 ene 2007
Carlos y don Juan maldicen...
Martes 2 de enero - Carlos abre sus ojos y maldice por tener que levantarse para trabajar luego de las vacaciones de fin de año. Don Juan abre también sus ojos y maldice porque inicia otro año sin tener trabajo.
Carlos quiere seguir con la fiesta, la paseadera y el tiempo de ocio. Don Juan está harto de tener tiempo libre sin nada que hacer.
Carlos pasó todo el fin de año en la playa, de fiesta en fiesta y de juma en juma junto a sus AmIgOtEs. Don Juan pasó encerrado en su casa, llorando de rabia por no tener dinero para comprar regalos, ropa y uvas para sus hijos y esposa. ¡Ni siquiera para la comida le alcanzaba!
Carlos sale en su vehículo para la oficina y se sienta en su confortable silla y se dice a sí mismo con mucha rabia: ¿Dios que hice para merecer esto? ¿Por qué tengo que trabajar, aguantarme a mi jefe y ser empleado de esta empresa que me explota? ¿Por qué no me pegué la lotería y me hice millonario? - En eso aparece su jefe y lo llama a reunión...
Don Juan tomó el bus hacia San José. Llegó al Parque Central y se sentó en una banca metálica. Allí, mirando al hombre que se está quedando calvo y que lo disimula peinándose de medio lado, se dice a sí mismo con mucha rabia: ¿Dios que hice para merecer esto? ¿Por qué NO tengo en que trabajar? ¿Por qué no me pegué la lotería y me hice millonario?
Ambos maldicen... sabiendo que su odio y frustración no ayudará en mucho a cambiar sus vidas.