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23 mar 2007

RAREZAS

El reto salió de Amorexia y lo asumo con agrado. A continuación mis rarezas:

  1. Aunque haga calor, siempre tengo las manos congeladas en la oficina. Debo tener atrofiado el termostato.
  2. Amo el fútbol y los carros. Si por mi fuese, tendría 15 carros y 32 bolas de fut.
  3. Nunca he probado gota de alcohol ni cigarro. Nada de nada.
  4. Casi siempre se me salen las lágrimas cuando veo el gol de Medford en Italia 90. Una vez una mujer me dejó por eso, porque pensaba que yo era "muy maricón".
  5. Cuando sudo... nunca huelo feo ;) Créanme, es cierto!
  6. Una vez me comí 32 bananos en una sentada de 10 minutos. Lo que me llevó a otra sentada, pero como de 48 horas.

El reto va para... Randall Corella y Nacho Solís.

13 mar 2007

EL PAPA Y LA MISA EN LATÍN... Incumplo mi promesa

Cuando inicié este blog me prometí no escribir sobre política, religión o temas escabrosos. Estaba más bien pensado para comunicar vivencias y lograr sonrisas. PERO HOY YA NO PUEDO MÁS.


No soy católico, pero sí sumamente respetuoso de las creencias y las insituciones religiosas, sin importar si estoy de acuerdo o no con ellas. Pero hoy el señor Ratzinger nos da muestra de la superficialidad del poder contenido en un par de manos, una mente, una figura.

¿Qué sigue ahora? ¿Apredrear nuevamente a los herejes o señalar a los científicos como embajadores del demonio? ¿Viene nuevamente la inquisición?, perdón: ¡LA SANTA INQUISICIÓN!

Mientras la Iglesia Católica (o de cualquier otra denominación) no abra los ojos y despierte de esa pseudo intelectualidad espiritual, cada día más personas buscarán a Dios por su cuenta, sin mediadores arrogantes que se dan el lujo de querer acercarnos a Dios en latín.

¡Y el que no hable latín, pues que no entienda y punto!

6 mar 2007

LO QUE EL PAPA, MAHOMA Y LUTERO NO HICIERON

Ese día tenía unas ganas insaciables de reírme de alguien. Cualquiera que se me atravesara en el camino iba a pagarlo caro.

Llegué a la parada como a las 5 p.m., luego de la salida del colegio. Cientos de personas se aglomeraban esperando los buses de los ramales de Desamparados.

Las latas retorcidas aparecieron una a una.

De pronto... un sonajas que se monta por detrás, la puerta lo golpea y cae al suelo pecho en tierra. Fui el primero que soltó la carcajada estridente. Al unísono me siguieron al menos otras cincuenta personas.

Varios minutos depués cuando ya no me quedaban lágrimas ni aliento apareció mi bus en el horizonte. Mientras se acercaba, muchísima gente se peleaba el lugar donde la puerta abría y claro que allí estaba yo de primero. El bus venía repleto.

El chofer abrió la puerta, subí de primero y me dijo:
-Papito vaya por la puerta de salida.

Me acomodé en la primera grada de atrás, casi guindando. Otras personas se subieron por el frente y sucedió justo lo que Dios y los Santos Apóstoles dictaron en consejo de emergencia: se cerró la puerta y esta me empujó hacia fuera.

Caí de rodillas y las 49 personas fuera, las 85 dentro y los 13 de arriba, soltaron la risa. Pero el asunto no paró allí. El bus arrancó con tan mala suerte que mi maletín y mis manos quedaron dentro del bus. Tuve que ponerme de pie y correr 100 metros a toda velocidad, no porque quisiera, sino porque amaba mi vida.

En ese trayecto me topé a las chavalas más lindas del cole, también a los que me caían mal, a la directora, la sexy profe de biolo, tres exnovias, compañeros del equipo de fútbol, el chavalillo con quién me agarré en el kinder, el Presidente Figueres y hasta Valeria Mazza.

No fue una canción, ni los más hermosos deseos por la humanidad. Tampoco el deporte o un rezo por los desvalidos. Lo que consagró al mundo y a la divinidad en uno fue la monumental y multitudinaria carcajada que todavía resuena en mis oídos y a pesar de los años.

Lo que no pudo hacer Lutero, el Papa o Mahoma, yo sí lo pude hacer.